“Los subordinados estamos expuestos a diferentes situaciones respecto a las que nuestro jefe está durante el día a día laboral y esto hace que tengamos cierta información “privilegiada” que el jefe desconoce: problemas con algún servicio o cliente, procedimientos que sobre el papel tiene sentido pero a nivel práctico son poco operativos, grado de satisfacción del cliente respecto algunos productos, etc. El problema es que cuando intentamos hacerle llegar esta información, lo ignora.”
ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
Para entrenar la capacidad de utilizar las sugerencias de los empleado, podemos utilizar el siguiente entrenamiento. Necesitaremos:
- una pista de baloncesto.
- un balón de baloncesto por participante.
- un juego de pivotes.
Ejercicio 1.
Delimitaremos 4 zonas de trabajo o departamentos, y cada empleado entrenará en su zona durante diez minutos. En caso de ser más empleados habrá dos personas por zona:
1. Circuito de botes en zig-zag: El empleado pondrá 10 pivotes desde la línea de centro del campo hasta la de triples. Deberá ir botando la pelota y pasando en zig-zag desde el primero al último pivote.
2. Entrada a canasta o bandeja: El empleado deberá entrenar este tiro saliendo de la línea de triples botando y dará dos pasos con el balón en las manos antes de tirar a canasta desde debajo de la misma.
3. Tiro libre: Entrenamiento desde dicha línea durante diez minutos.
4. Triple: Entrenamiento desde la línea de triples durante diez minutos.
Durante este tiempo el jefe estará fuera de la cancha y no podrá observar lo que ocurre allí dentro.
Ejercicio 2.
Entra el jefe en la cancha y tendrá 3 minutos para completar el circuito de los 4 departamentos: empezará en el zig-zag para unirlo seguidamente, a la entrada a canasta o bandeja, cogerá su propio rebote y hará un tiro libre. Volverá a recoger el rebote y tirará desde la línea de triples. El objetivo es conseguir el mayor número de encestes. Importante: no podrá hablar todavía con los empleados.
Ejercicio 3.
Antes de volver a repetir el ejercicio 2, el jefe se reunirá con su equipo para recabar información y sugerencias de cada uno de los departamentos para conseguir mejorar el número de aciertos anterior.
ANÁLISIS
No hay entrenador deportivo que se precie, que no sepa utilizar el feedback tanto de sus jugadores como de su staff para mejorar los resultados. El entrenador de baloncesto reúne a sus pivots para estudiar como mejorar el tiro exterior; el de fútbol reúne a sus delanteros para mejorar la eficacia con el tiro a portería; el entrenador de rugby pide consejo a sus fisioterapeutas para disminuir el número de lesiones a fin de temporada.
Sin ir más lejos, Philp Mickelson ganó hace dos semanas el Open británico empleando este tipo de conductas. Mickelson y su caddy tienen estipulado por contrato que el caddy puede utilizar al menos 3 comodines durante la temporada. ¿Qué quiere decir ésto? Que habrá tres situaciones durante la temporada, donde la toma de decisiones del caddy prevalecerá sobre la del jugador, algo totalmente inusual en el mundo del golf, donde el golfista suele considerarse “Dios” y el caddy es el “lleva-palos”.
Sin embargo, Mickelson reconoce que su caddy es un gran experto en su departamento: lleva las anotaciones de todos los golpes anteriores, estudia el libro de yardas que le informa de la distancia exacta a bandera desde cualquier punto, conoce igual o mejor el campo que el propio jugador, y algo más importante, conoce a su jugador en situaciones de estrés.
Sin embargo, en el mundo organizacional, los directivos no utilizan ése gran recurso humano que tienen disponible, para conocer y entender de primera mano aquellos pequeños detalles que son los que definen un excelente servicio.
El resultado deportivo de la conducta: “tener en cuenta las sugerencias de mis empleados” podéis verlas por vosotros mismos en este enlace, donde el jugador y su caddy (con gorra azul) se funden en un emotivo abrazo, reconociendo el “jefe” las aportaciones de “su empleado”:
http://m.youtube.com/watch?v=Qz94RGdP5Bg
